No es secreto para nadie que la República Dominicana cuenta con una lista de lugares increíbles. La Ciudad Colonial, es uno de los destinos turísticos más importantes de Santo Domingo, además de estar entre los más visitados de República Dominicana claro.
Con un repaso rápido de historia recordamos que fue fundada por Bartolomé Colón el 5 de agosto de 1496 y luego trasladada al lado occidental en 1502 por Nicolás de Ovando. Fue además la primera ciudad a la que la Corona Española le otorgó la Carta Real y la sede central de la administración del “Nuevo Mundo”.
En 1990, la UNESCO la declaró patrimonio de la humanidad y hoy día constituye uno de los cascos históricos más emblemáticos del Caribe.
Al recorrer las calles de la zona colonial, se descubren los edificios de inicios del 1500, como el alcázar de Colón, la catedral Primada o la fortaleza Ozama, por nombrar algunos.
Sus calles principales vienen siendo la calle del Conde, de Las Damas y de Las Mercedes. Al pasar por la puerta El Conde que da acceso a la calle peatonal del mismo nombre (frente al parque Independencia), llegando al rio Ozama, nos encontramos a lo largo de su orilla varios edificios coloniales que nos muestran como se fue ampliando el espacio y el surgimiento de esta fabulosa ciudad.

Esta ruta inicial, que finaliza en la plaza España, nos permite ver los primeros puntos de interés de la Ciudad Colonial. Estos lugares perfectos para llevar a amigos o conocidos que visitan de afuera. Lugares como el parque Colón, la fortaleza Ozama, la catedral, el Panteón Nacional o el alcázar de Colón, entre otros.
La puerta del Conde es de las que merece especial atención ya que podemos leer al entrar: “Dulce et decorum est pro Patria mori” (“Dulce y decoroso es morir por la patria”), que nos recuerda que aquí se declaró la independencia de la isla en 1844. También es uno de los puntos principales para movilizarse en transporte publico ya que hay varias paradas de autobús, también taxis y conchos.
La segunda puerta que protege la Zona Colonial, es conocida aquí en Santo Domingo como la Puerta de la Misericordia, pues había una pequeña capilla ahí donde la gente pedía misericordia para sus tierras y viviendas.
El Conde no solo es una de las vías más castizas de la isla, sino que además es la única calle peatonal de Santo Domingo. El Conde de Peñalva, que impidió a los ingleses invadir la ciudad, es la inspiración de este nombre.
Siempre es un buen momento para volver a recorrer la Ciudad Colonial y recordar los inicios de lo que ahora es la isla, ver como hemos evolucionado como pueblo y como país. Es importante conocer de donde venimos para saber a donde vamos.
